Como quizás sepáis algunos, durante la última semana una flotilla de barcos cargados de activistas de muchas nacionalidades distintas y de ayuda humanitaria, autodenominada como la Gaza Freedom Flotilla, está navegando hacia la franja de Gaza, vía Turquía-Chipre-Gaza. Se trata de una misión pacífica, en la que participan importantes personalidades políticas, personas de todas las edades y, en definitiva, gente que sólo quiere que se respeten los derechos humanos y la dignidad de los palestinos en Gaza. Gente que piensa que ha llegado el tiempo de actuar, que ya basta de peticiones, manifestaciones y firmas que los gobiernos se pasan por el forro, ha llegado el momento de que la gente de a pie tome partido y se mueva, independientemente de sus pasivos gobiernos. Así, han fletado un pequeño grupo de barcos con dinero privado para ir a Gaza y contarles a los palestinos que no están solos, entregarles la ayuda humanitaria y, sobre todo, centrar la atención de la opinión pública en el inhumano bloqueo de Gaza.
Sin embargo, a pesar de ser personas absolutamente inofensivas, desarmadas y que perfectamente podrían estar en su casa viviendo su vida sin molestias, son consideradas por el gobierno de Israel pcomo poco menos que peligrosos terroristas. El estado sionista ya ha declarado que no les dejarán llegar a las costas de Gaza, y que emplearán cualquier método, incluso la fuerza, para pararles los pies. De hecho, ya tienen preparados los centros, en la ciudad de Ashdot (uno de los principales puertos de Israel) adonde llevarán a los activistas internacionales una vez los detengan (los secuestren). Esto es claramente ilegal, ya que no tienen potestad jurídica para detener a nadie en aguas que no son suyas, en aguas internacionales. Si esto ocurriese, se trataría de un secuestro en toda regla, un acto que si sucediese en Somalia, por ejemplo, se clasificaría de piratería, además de una violación grave de la legislación internacional.
¿Por qué se siente tan amenazado el gobierno israelí por un puñado de activistas? Está claro que no es por seguridad, ya que no llevan armas, a pesar de que esa sea la excusa que ponen para detenerlos, que sean posibles terroristas de Hamás. No obstante, representantes de la Flotilla ya han expresado su disposición a ser registrados por una delegación de la ONU para demostrar que no llevan armas ni nada peligroso. Se trata más bien del temor a que los ciudadanos de otros países se den cuenta de que la ocupación de Gaza por parte de Israel es ilegal, que es un estado racista,que no se le puede dejar actuar impunemente y que en Gaza no sólo hay terroristas, sino que sobre todo hay personas indefensas que necesitan de nuestra solidaridad y nuestra ayuda.
En la Operación Plomo Fundido, que tuvo lugar hace poco más de un año, en Enero de 2009, Israel bombardeó Gaza. Murieron 1400 personas, de las cuales el 80% eran civiles, y 400 de ellos niños. Israel bloquea Gaza desde hace varios años por tierra, mar y aire. Esto condena a la población de la franja a la pobreza más extrema, ya que todo el tejido productivo de la zona está casi completamente destruido. El 85% de los habitantes de Gaza sobreviven gracias a la ayuda humanitaria, y ésta entra en la franja con cuentagotas. Debido a esta situación, Hamás ha construido túneles subterráneos que conectan con Egipto, a través de los cuales comercian. Es irónico que el bloqueo, que fue llevado a cabo en teoría para debilitar al gobierno de Hamás, incluso beneficia a los terroristas, ya que cobran impuestos a los ciudadanos que quieran comerciar por esos túneles.
Pero la imagen que Israel vende al mundo es que la gente de Gaza vive estupendamente, que ellos dejan pasar 14.000 toneladas de ayuda humanitaria, y que lo único que hacen es destruir objetivos terroristas de vez en cuando.
Incluso el gobierno sionista ha repartido información, completamente falsa, sobre el supuesto “menú” que se puede degustar en los selectos y abundantes restaurantes de Gaza: ternera Stroganoff y crema de sopa de espinacas, entre otras delicatessen. Todo un ejercicio de cinismo que da vergüenza ajena, por no decir algo peor, ya que el ejército israelí ssólo deja pasar raciones individuales de comida (mayoritariamente enlatada), para que no puedan hacer negocios con ella. Así, han destruido totalmente la economía palestina, condenandolos a vivir de la ayuda humanitaria, entre pobreza y miseria.
Israel ha desplegado un magnífico aparato de propaganda que niega que los habitantes de Gaza vivan mal, que los palestinos viven en un regimen de verdadero apartheid y segregación racial, como han constatado numerosos observadores internacionales y el Tribunal Russell, y en definitiva, se retratan a ellos como las víctimas que se defienden legítimamente y a los palestinos (de los que la mayoría sólo se preocupa por sobrevivir) de despiadados terroristas. Pero esta propaganda, cuya capacidad de deshumanización de las víctimas y presencia en todos los medios de comunicación podría equipararse a la de algunos regímenes dictatoriales, no sólo influye en la población israelí, sino en la opinión mundial, ya que la ignorancia o el beneplácito de un amplio sector de la población mundial es imprescindible, aparte de la connivencia de algunos gobiernos, para que puedan seguir con sus criminales actuaciones (criminales en cuanto a que incumplen varios artículos de la Declaración de los Derechos Humanos, y a que ostentan el récord de mandatos de la ONU desobedecidos) Es por esto que es tan importante detener este intento de dar a conocer a la gente lo que pasa en Gaza.
Está claro que la Flotilla no va a conseguir por sí misma parar el bloqueo, pero están poniendo la primera piedra para algo que debemos construir entre todos: un cambio global en la opinión pública y una evolución hasta una población que se rebele ante las violaciones de los derechos humanos en todo el mundo. Los tripulantes de la Flotilla, que se arriesgan a ser detenidos, secuestrados, encarcelados, maltratados y puede que incluso asesinados (no olvidemos a Rachel Corrie) son verdaderos héroes. Tienen todo nuestro apoyo. Israel ya ha amenazado de que si se acercan a menos de 68 millas de la costa, los detendrán, cuando Israel sólo tiene jurisdicción sobre 20 millas, es decir, que pretenden apropiarse de aguas internacionales. Esperamos que esto fuerce a los gobiernos occidentales (no olvidemos que a bordo de esos barcos viajan gente de muchas nacionalidades, religiones e ideología, incluyendo a dos españoles, diputados de varios países, como Haneen Zobi, diputada del Knéset, el Parlamento israelí, y a Hilarion Capucci, representante del Vaticano y ex arzobispo de casi 90 años de edad) a levantar la voz por fin contra los abusos de Israel en materia de derechos humanos, y contra su reiterada desobediencia a los mandatos de la ONU. Si los gobiernos se quedan callados, como viene siendo su norma, será la hora de que la voz que se escuche sea la de los ciudadanos.
¿Qué puedes hacer tú? Si quieres ayudar desde casa, difunde esta información, que todo el mundo sepa lo que pasa en Gaza. Si los tripulantes de la flotilla son detenidos, hay convocadas en todo el mundo concentraciones de protesta a las 19h, al día siguiente de su detencióndelante de las embajadas israelíes de cada ciudad, o en su defecto, delante de los ayuntamientos. En este blog informaremos lo antes posible de su eventual detención.
Para más información, puedes consultar el blog que actualizan con bastante frecuencia los dos tripulantes españoles: Solidarios en Gaza.
Fuentes:
Diversos artículos del periódico israelí Haaretz:
- La flotilla de Gaza conduce a Israel a un mar de estupidez
(Estamos trabajando en la actualización de este post para completarlo con las fuentes de todas las informaciones, en breve lo tendrán disponible)
