domingo, 9 de marzo de 2014

Esas mujeres tocapelotas

Tomada de olgaberrios en Flickr
Últimamente me he aficionado a ver La Tuerka, ese programa de debate presentado por el ya archiconocido Pablo Iglesias (y he de reconocer que no empecé a verlo antes porque me da coraje que sustituyan las "c" por "k" para quedar como más de izquierda revolucionaria, así de superficial soy a veces) y el otro día al ver uno de los programas me llamó la atención un comentario que se hizo de pasada. Ese programa tiene una microsección feminista llamada "El Tornillo", y según Pablo ninguna de las secciones ni temas que tocan han tenido tantos comentarios negativos como esa, ni siquiera cuando defienden al gobierno de Venezuela.

Quien me conoce sabe que yo no soy sospechosa de feminazismo, que tengo ciertas opiniones contrarias a las del feminismo mainstream (no soy partidaria del lenguaje de género ni de las cuotas, por ejemplo) y que en general me irritan las mujeres que hacen del feminismo su medio de vida, pero cuando examiné los temas y las opiniones vertidas en El Tornillo no pude hallar nada odioso, aunque hubiera cosas con las que no estuviera de acuerdo. Desde luego me cabrean más las tontunas que dicen ciertos tertulianos del programa. ¿Por qué entonces auspicia esa sección tantos comentarios negativos?


En seguida se me vino a la cabeza otro ejemplo del mismo fenómeno. En eldiario.es se publicó el otro día un informe de la Agencia de Derechos Fundamentales de la UE en el que se decía que más de la mitad de mujeres europeas ha sufrido acoso sexual (cifra bastante baja a mi juicio, si incluimos como acoso sexual toda clase de tocamientos no solicitados). Inmediatamente la sección de comentarios se llenó de hombres cuya opinión oscilaba entre no dar crédito al informe o directamente decir que las mujeres son facilonas y mienten mucho para cubrir su desbocamiento sexual. La verdad es que es un fenómeno que se repite mucho en todas las noticias sobre igualdad entre hombres y mujeres.

Lo que más me llama la atención de todo esto es que se produzca en medios que se dicen "de izquierdas". En todas las noticias opinan un par de personas con una ideología más o menos alejada del medio de comunicación que sea para hacer un comentario incendiario y poco argumentado (lo que se dice "para trolear"), pero en estos temas salen miles de hombres de debajo de las piedras, suponemos que muchos de izquierdas, para verter opiniones cavernícolas. No hablo ya de hombres que luchen por la custodia compartida u otros temas de igualdad en los que claramente hay que mejorar las cosas para uno y otro sexo, sino de hombres a los que directamente se la sopla o les hace gracia que a la mitad de las mujeres europeas (¡la mitad!) hayan sufrido acoso sexual, o que las mujeres sean casi exclusivamente las que tengan que reducir su jornada laboral para cuidar de los hijos (éste es un tema que da para mucho y será tratado en otro momento).

Sinceramente no sé qué se les pasa por la cabeza a todos estos revolucionarios de izquierdas (se admiten comentarios y sugerencias), pero si están irritados por las feminazis les diría que se tranquilicen, y que no se tomen tan en serio las chorradas que éstas puedan soltar, porque yo llevo oyendo gilipolleces de machitos toda la vida y ni quiero quitarles su casa y su sueldo ni cortarles el pito. El feminismo (el de verdad) beneficia a las mujeres, pero también a los hombres, porque a nadie les gusta que les impongan roles en la vida. Espero que los hombres (especialmente los que se dicen progresistas, pro-igualdad y de izquierdas y luego se la pelan las mujeres igual que a los otros) se den cuenta de una vez de que esta también es su lucha.

P.D. Y tras perpetrar el segundo alegato feminista del blog en su corta vida, ya me puedo decir a mi misma lo que todos estaban esperando: ¡A fregar!
[Foto de Olga Berrios]

5 comentarios:

  1. TAN de acuerdo.

    Muy bien,Marta.

    -Rocío

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  2. Me encanta, voy a compartirlo con tu permiso!

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  3. Espero que el wifi te llegue a la cocina.

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  4. Te aplaudo Marta, estoy de acuerdo contigo el feminismo responsable es el que nos acerca más a un sexo y a otro, es decir nos iguala. Tenemos que ir de la mano en la defensa de los derechos de ambos. Un beso, preciosa.

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